domingo, 15 de enero de 2012

B28

Estoy cansada de conjugar el verbo tocar en pasado cuando te pienso, 
el presente se me queda corto]
y el futuro no me consuela. 

A pesar de que nunca te lo dije, en aquel momento en que llegaste el mar engulló la esperanza y empecé a verlo todo de color azul. Y mataste a mi musa, pero no me importaba. Comencé a saber lo que es la necesidad de llenarme los bolsillos de besos y caricias, la importancia de mantenerlos en silencio hasta estar sola y mi miedo a desgastarlos. 
Quién me iba a decir que mis sentimientos acabarían en esta absurda dicotomía respecto a los trenes y que por fin comprendería el lado poético de una despedida en un andén. 
Aprendí que con los pies fríos y la cabeza caliente no se piensa bien y es muy fácil acabar haciendo daño. Que tus besos reconfortan igual en invierno que en verano pero menos que tras un tiempo sin abrazarme. 
Sabes que agotaría mis pupilas ahogándolas una y otra vez en tus ojos durante otras doce efímeras eternidades en lo que compartimos aliento.



3 comentarios:

  1. Lo mejor es el principio!
    Muy muy bonito. Me encanta lo de "que tus besos reconfortan igual en invierno que en verano, pero menos que tras un tiempo sin abrazarme". Parece Benedetti, en serio!
    Un beso Carla!

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  2. Me encanta que la pobre chica se esfuerce tanto en mantener el anonimato en el blog para que luego la llamen por su nombre... LOL :P

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