sábado, 14 de enero de 2012

Entropía


Como en todos los sueños pocas cosas tenían sentido y, como la mayor parte de los dormidos, no se daba cuenta. La vida iba y venía en mitad de toda esa vorágine de colores sabores y texturas. Estaba definitivamente perdido, no sabía siquiera si lo normal en esos casos era tener miedo o dejarse caer.

Sumirse en las aguas oscuras de sus pensamientos en algún lugar protegido de la luz en el que nadie pudiera alcanzarle, cortar poco a poco toda la comunicación con el exterior para poder poner las cosas claras o compadecerse hasta quedar hecho un amasijo inerte.
En el fondo no se tenía miedo, conocía su propia autovoracidad y no mucho más, sinceramente. Probablemente eso fuera lo peor. 
Las imágenes se seguían sucediendo una tras otra pero ya no podía verlas, todas ellas estaban veladas. Se dio cuenta de que era el último instante en el que podía parar aquel tren desbocado de imágenes níveas que le atravesaba la cabeza desde la frente a la nuca de la forma más literal y gráfica que se pueda plasmar en un papel. 
Desde fuera, su cuerpo yacía sobre la cama empapado en sudor y en una especie de convulsión tetánica verdaderamente grotesca.
Al recuperar la consciencia su mirada vacía cayó buscando con apatía un punto de referencia. De pronto despertó, se levantó de un salto y revolvió la habitación en su búsqueda desesperada de un trozo de papel y un bolígrafo. Hizo varios esbozos y sonrío con demencia, no estaba todo perdido.

1 comentario:

  1. En serio tenías que llamarlo entropía? Y tenías que hacer alusión al tétanos? Ya de paso mete por ahí una doble hélice y una centrifugadora y ya están todas las asignaturas en un remix! ¬¬
    Es broma, me guzzta ^^

    ResponderEliminar