sábado, 25 de diciembre de 2010

Si no respiro es por no ahogarme.



La historia que pretendo contaros no es moral, siquiera alegre o triste, sin giros retóricos e importancia. Su protagonista es un señor que nació y murió. Tuvo una vida apacible, mujer e hijos y un sueño. Sueño que como en algunas historias reales no alcanzó por mucho que se esforzara; no tuvo en cuenta que, a veces, los finales justos no existen. Pero ese no fue su mayor error, aunque dado que él nunca lo descubrió, no creo pertinente narrar, ya que, a fin de cuentas, ésta, es su vida.
Confío que aún así haya quedado lo suficientemente claro pues precisamente aquello que no vivió es la importancia de relatar su insípida existencia

2 comentarios:

  1. Hombre Carla! te he reconocido por tus dibujos jeje. Ya me pasaré con más tiempo por tu blog. :)

    ResponderEliminar
  2. A ver cuándo carajo retomas esto, que primero enganchas a la gente y luego le creas síndrome de abstinencia, eres una desalmada...

    ResponderEliminar